Sumergido en mis reflexiones.

"Sentado en la playa, reflexionando, sumergido en mis reflexiones como cuenta el título, decidí, impulsado por las mismas frases que salían de mi mente, el compartirlas, algunos chocarán opiniones, otros pasaran inadvertidos, los que menos coincidirán con las palabras que emanan de los textos, pretendo simplemente no dejarles indiferente."

lunes, 31 de enero de 2011

Gotas de Lluvia

¿Lo oyes? Es el sonido de las gotas de lluvia chocando contra el suelo, el salto de las chispas acuáticas hacía en suicidio, rompiéndose la cara al chocar. Esas mismas estructuras atómicas que un día bañaron la sonrisa de los niños en la playa, esas mismas que se movían al son de la marea, o observaban los intentos de los jóvenes hormonados con el pelo rubio quemado a causa de los intentos. Lo harán a posta, las obligaran cual deshonrados piratas cruzando la pasarela. Y si lo hiciesen por libre voluntad... sabrían ellas que acabarían en las alcantarillas de las grandes ciudades, en esos tubos de suciedad, en lo más inmundo. Y lo más extraño... ¿Cómo es que disfruto con ello?,¿Cómo es que me encanta que esas partes de H2O caigan sobre mi y me mojen el pelo?, ¿Seré un sádico que disfruto con el dolor de seres inertes, o la simple naturaleza del ser humano que nos hace disfrutar con que cualquier cosa llegue a lo más bajo de sus posibilidades?

jueves, 27 de enero de 2011

Conduce

Las horas pasan, pasan como el sonido del Ferrari de Massa al cruzar la chicane a 270 km/h,  quizás sea cierto que no podamos creer en aviones como estrellas fugaces, pero el tiempo pasa como un cometa que ha entrado ya en la atmósfera de este pequeño lugar. ¿Sabes cuánto tiempo queda para que impacte? Prefiero desconocerlo, quiero saber que ese meteorito que es el tiempo es un invento de la televisión que nos quiere mantener pegados a ella hasta el fin, con el fin de que cuando lo peor ocurra los grandes sigan siendo los grandes y los de abajo los que se lamenten porque no han podido escalar la pared del éxito, criticando a sus pies, juzgando que otros están donde están por méritos externos. Deseo cambiar ese pensamiento, y por ello os daré el truco de la “play”, para escalar lo único necesario es el esfuerzo y las ganas, la sabia elección de las dudas que te ofrece la vida, si realmente querías pegarle patadas a un balón por una millonada y te quedaste jugando en la liga del barrio en el peor equipo, la culpa es tuya y sola tuya por haber preferido comerle el coño a la rubia en lugar de entrenar duro por tus futuros logros. Así que no t sorprendas cuando tus antiguos compañeros de clase te llamen gandul mientras juegan a las cartas sentado en el césped de la Universidad, a ti, a ese que pedía los deberes por la mañana, pues “Sálvame” estaba muy interesante o porque tu perro se comió los apuntes. No dejes que el destino conduzca el vehículo de tu futuro, toma los mandos y lleva al carro donde tú quieras, porque sí, ha habido personas a lo largo de la historia que han demostrado que esto es posible, se puede ser el rey de la clase obrera.

martes, 25 de enero de 2011

Can I fly.

Primera entrada, y sin presentaciones, directamente a hablar de los límites imaginarios que nos ponemos a nosotros mismos, deberíamos reflexionar sobre lo que hacemos para ver que es lo que nos impide volar y llegar alto:

Volar. Esta es la palabra que marcará al isleño en su vida, porque, al fin y al cabo, es algo casi imposible que te conozca todo un planeta si te mantienes encerrado en las cuatro paredes que supone la costa, para triunfar hay que despegar los pies del suelo y elevarse hasta donde estén tus sueños, tus metas, tus ilusiones, anteriormente descritas por los hombres cobardes que no se atreven a salir de su cacho de tierra, como inalcanzables. Pero volar no significa solo el triunfo, ni siquiera significa que llegues a él , sino la libertad, aquella sensación que deben de sentir los pájaros yendo de un sitio a otro como si de un paseo se tratase, ¡cuántas cosas habrá visto el halcón, en cuántos árboles habrá posado su nido el águila! Es la posibilidad que te brinda de hacer aquello por lo que sonreías mientras dormías en la infancia, quizás pisar la Luna con un avanzado traje de astronauta, ¿Y por qué quedarse ahí?, volar permitirá al aún joven soñador a aumentar sus fronteras, incluso a romperlas, hará que llegue a donde quiso y se pregunte a si mismo impaciente sobre el qué será lo siguiente que le espera, la próxima aventura, el continuo reto que supone la vida lleno de objetivos del chico costero que disfrutaba con el sonido de las olas del mar y admiraba la sencilla arquitectura de los castillos de arena.  Por lo que me gustaría hacer énfasis en decirle al hombre cobarde que para un mundo mejor hacen falta hombres que no teman a las nubes, mas si valientes piratas que se atrevan a surcar e indagar en lo profundo de la cultura humana, de sus leyendas y novelas escritas por otros maestros que se atrevieron a soñar. Así que no quepa duda de que el ave isleña volará.